Por: María Isabel Sánchez La belleza del paisaje es tan suave como tu sonrisa, Que al oírla el alma se paraliza. Tus zafiros tan profundos y elegantes, fuertes y serenos Provocan que el paisaje se vuelva tierno. Tu tez blanca y fría como la nieve Y las rosas tan rojas como la sangre Hacen que tu belleza sea inconfundible en el paisaje, Así como las mariposas se pierden con su esplendor en la infinidad. Tu cuerpo tan perfecto a la vez es imperfecto, Eres tan hermosa aquí de lo que eres por allá, Sin importar tus rasgos ni tus virtudes Eres belleza que llora esplendor. Los arcos de madera encima de tus ojos Generan oscuridad a los zafiros candentes Que me miran cada vez que me acerco a tu sonrisa, Sin importar que impacten en mi rostro Los observo hasta llorar de alegría.
María Isabel Sánchez, Comunicadora social y periodista en formación de la Universidad de Ibagué, con desarrollo de habilidades como narración y edición en formatos digitales, prensa, radio y televisión. Interés en el periodismo deportivo, especialmente en el formato de redacción y presentación en televisión; centrando sus gustos por los datos e historias de los deportistas colombianos, sin importar la disciplina que ejerzan.