Por: María Isabel Sánchez
Para entender la risoterapia y el clown debemos investigar acerca de estos dos aspectos que han logrado cambiarle la vida a muchos niños y personas que sufren de cáncer o enfermedades complejas, y que además no logran sobrellevar una vida enteramente normal dentro de las paredes de un hospital. Según la Real Academia Española el significado de clown es “payaso de circo, y especialmente el que, con aires de afectación y seriedad, forma pareja con el augusto”; entendiendo el augusto como el paciente o quien recibe la ayuda del payaso. Pero La Real Academia Española no tiene este concepto definido para la palabra “risoterapia”, ya que no forma parte del diccionario. Pero se trata de una acción terapéutica que se basa en la risa para generar un incremento del bienestar emocional y psicológico.
Así que el clown se convierte en el servicio que prestan payasos capacitados para implementar el tratamiento denominado “risoterapia” y contribuir al bienestar de estos pacientes. Con esta idea es que un grupo de estudiantes universitarios pensaron en Clown Payatría como forma de ayudar a estos pacientes de los hospitales de Ibagué. La Fundación Clown Payatría fue creada alrededor del año 2011 por Rafael Muñoz, Carmenza Uribe, Paula Murcia y un grupo de compañeros que en ese momento eran estudiantes del programa de Medicina y Enfermería que hacían parte de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad del Tolima (UT). Sin embargo, tenían como proyecto realizar procesos de atención hospitalaria diferentes con pacientes oncológicos de la Unidad Pediátrica de los hospitales de Ibagué.
En un primer momento se da origen a “Sanarte” primer nombre que tomó la organización, con la que se buscaba garantizar que la atención que reciben los pacientes fuese más humana, siempre pensando en que el ambiente donde se encontraba el paciente fuese alegre, divertido y ameno. Se pensó en un espacio denominado “aula hospitalaria” en donde los niños internados pudiesen recibir clases y no atrasarse en sus deberes escolares. Sin embargo, era un proyecto ambicioso, ya que en la ciudad de Ibagué hacía 10 años que se venía pensando en algo parecido.
Rafael Muñoz fundador y actual director de la fundación señala que cuando se pensó sobre la organización entendía que “todo será un acto de amor por el arte, sabíamos que sería un proyecto que no tenía presupuesto definido, lo único que sería proporcionado por el hospital sería el espacio físico para el aula que queríamos”. Luego de ponerse en contacto con el Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué fueron recibidos para poder implementar el proyecto de las aulas hospitalarias en la unidad de pediatría, el cual se convirtió en el escenario principal del clown y la risoterapia. Pasado un tiempo la organización decidió tomar otro nombre, y ahí nació el nombre con el que se conoce hoy en día la Fundación Clown Payatría una organización sin ánimo de lucro.
La fundación tiene como áreas de acción el hospitalario, el educativo y el humanístico, ya que son sus bases como organización que presta servicios a entidades del campo de la salud. El área hospitalaria tiene como eje fundamental el tratamiento de la risoterapia ya que se considera un proceso novedoso en donde la medicina es la risa que logra mejorar en gran medida el estado emocional y psicológico del paciente. El área educativa tiene como eje principal la enseñanza de la escolaridad para los pacientes más pequeños y también para los mayores, igualmente se ayuda a formar a nuevos clowns para que sigan cumpliendo con la labor. Y, por último, el área humanística se centra en los aspectos de la salud mental y psicológica de los pacientes creando espacios de esparcimiento emocional y creativo.
La fundación junto con su director y los payasos que hacen parte del proyecto han tenido la oportunidad de expandir su campo de acción hacia otro tipo de público objetivo, como lo son personas víctimas del conflicto armado. Como lo asegura Esteban, Comunicador Social y uno de los clowns activos: “Hasta la fecha han sido 10 años de trabajo y construcción social, la cual ha tenido obstáculos y momentos felices como en todas las organizaciones”. Según el director se ha logrado pasar por muchos espacios y escenarios que atrajeron a personas interesadas en colaborar con la fundación, ya sea como clown o tallerista, para formar payasos hospitalarios que buscan el bienestar de los pacientes, o también como personas civiles aportando económicamente al sostenimiento de la fundación.
Para lograr hacer parte de los payasos o talleristas de la Fundación Clown Payatría se debe contactar a la organización para completar la formación correcta de un clown, los cuales pueden realizar las revistas médicas acompañados de los médicos especialistas del hospital. El director Rafael Muñoz señala que “utilizamos el arte para poder impactar a las personas independientemente de donde actuemos; queremos generar un impacto humanístico acerca de los procesos hospitalarios”, esto en pro de las actividades y trabajos que realizan dentro de las paredes de una sala de hospital que consideran como su verdadero espacio de impacto. También comenta Esteban que “las actividades que hacemos de forma externa tienen que ver con reuniones para acordar cuestiones técnicas como los refrigerios de los clowns y el transporte, ya que es lo único que nosotros realmente pedimos que tengan en cuenta”.
Como se conoce, el mundo se detuvo en el año 2020 como consecuencia de la pandemia del Covid-19 que se sufrió durante dos años. La fundación no fue ajena a esta situación ya que tuvo que detener por completo sus actividades durante el periodo del año 2020 - 2021. El director Rafael Muñoz no pudo proveer a la organización de forma económica atravesando un momento difícil por la recesión económica que se vivía, así que los fondos monetarios no fueron suficientes para mantener a la organización en labores. Actualmente en el año 2022 la fundación se encuentra en un proceso de restauración y reestructuración, ya que algunos contactos se perdieron, las redes de apoyo se cancelaron, la planta física y otros aspectos se detuvieron. Aun así, durante este proceso de restauración, un aliado le ha dado su apoyo. La Casa de la Juventud le ha brindado escenarios y espacios dentro de sus instalaciones para que los payasos de la fundación y voluntarios puedan realizar los talleres de formación de los clowns y retomar lentamente el proceso que se venía presentando dentro de la organización.
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