Los líderes y su capacidad de darlo todo y ¿más?
Por: María Isabel Sánchez
Imagen tomada por Elena Saavedra
Los líderes sociales son pilares fundamentales para la construcción de una sociedad. En Colombia han logrado mucho, y no están solamente en las grandes ciudades, sino que en los rincones más escondidos del territorio nacional hay personas que dedican su vida al servicio de una comunidad que busca tener soluciones a sus problemas. Estos líderes luchan y ponen su voz al servicio de una comunidad pequeña como de una vereda o grande como la de una gran ciudad.
En la vereda Laureles del Corregimiento de Dantas en la zona rural de Ibagué, donde últimamente he visitado a sus habitantes, he encontrado que la comunidad cuenta con personajes representativos a los que todo el mundo conoce, toda la comunidad de la vereda. Estos personajes son considerados líderes, porque han brindado ayuda alguna vez a alguien que lo necesitó, se hace presente en reuniones que se realizan tanto por parte de la alcaldía o la junta de acción comunal, como de los prestadores se servicios como salud y demás.
Las señoras Esneda Vargas y Sandra Perdomo, son reconocidas como lideresas de la comunidad de Laureles. Esneda Vargas ha trabajado toda su vida en la vereda, siempre ha manipulado alimentos en las cafeterías de las sedes de la Institución Educativa Laureles y Dantas. Ella ha observado todo lo que ha pasado durante los últimos 20 años en la comunidad, que en ocasiones hay presidente de junta o en ocasiones no, que de pronto alguien necesita una colecta, etc. Su carácter y liderazgo lo ha forjado al servicio de la comunidad. Su liderazgo genera que la comunidad la contacte cuando se presentan situaciones poco cotidianas en Laureles. Su carisma e integridad, le han ayudado a que su forma de vivir sea tranquila y pacífica.
La señora Sandra Perdomo es una docente que hace mucho no ejerce su profesión, que en su diario vivir está presente la comunidad del colegio tanto docentes como estudiantes. Además, de esta parte fundamental en su labor como lideresa de la vereda, ella es dueña de finca que trabaja el café y los demás cultivos de la región. Su labor como campesina está enmarcada por su amor al campo y a la comunidad en donde vive. La mayoría de los habitantes de la vereda la conocen y la reconocen como una persona importante para Laureles. Sandra logra gestionar procesos entre la comunidad y los entes reguladores de prestación de servicios.
Estas dos mujeres que representan a la comunidad son grandes por sus habilidades de comunicarse con la gente, de escucharlos, de ayudarlos. Sus espacios de comunicación con la gente son muy variables, en ocasiones se encuentran en la tienda de doña Cielo, en la cafetería del colegio o en la carretera. Estos espacios se convierten en tránsito fluido y normal de testimonios, datos y experiencias. Se convierten en un río lleno de vida, personajes y campo.
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